sábado, 5 de julio de 2008

MI PRIMER AMIGO

En una ocasion ,visitando los campos de unos amigos de mi cuñado,tuve la oportunidad de experimentar,despues de mucho tienpo ,la hermosa experiencia de montar a caballo,el capataz del campo,me invita a que elija uno aclarando las mañas de cada animal,me recomienda uno y lo acepto le pido que me permita ponerle el freno y lo hago con la facilidad de esas cosas que bien se aprendieron,me ofrece un recado(silla de montar)y le pregunto si se dejara montar sin ella,me miro sonriendo y me dice,¿ en pelo?,no hay problema.Tomado de la crin tomo inpulso y logro subir de una, cosa que crei no lograria,toco los costados del animal con mis talones y salgo despacio al campo abierto,enseguida siento el calor del animal se trasmite a mi cuerpo y por un momento vuelvo a mi niñes,cuando me hundia en las paguinas de los libros y soñaba con ser un cosaco o un mongol corriendo por la estepa,en grandes aventuras.Al mirar las riendas en mi mano,acude a mi mente la figura de uno de los personajes mas humilde y bueno que dejo profundas huellas en mi ,DON PEREIRA,el guasquero,como lo llamaban,por su oficio.Al paso del caballo y bordeando el espeso monte de rio,cierro los ojos y me veo crusando el cerco de palos y entrando a aquel fascinante mundo en el que vivia ,este consistia en el cerco ,un patio que quedaba entre un inmenso ombu y el ranchito tan chico y bajo que habia que agacharse para entrar,yo no, ya que en ese entonces media poco mas de un metro,al entrar en el se podia ver un catre de madera con las patas formando tres x y una suela que servia de sosten a un colchon de lana, una frazada mora de esas que duraban cien años y un poncho tejido en telar, por vaya a saber que manos,en una mesa ubicada enfrente estaban los enseres de cocina ,una caldera ,una ollita ,un jarro esmaltado,unos pocos cubiertos y el mate,en el piso y debajo de la mesa un brasero de hierro fundido, que usaba en invierno como estufa,en la cabesera de la cama,colgando de un clavo de herradura,un cuadro con la bandera uruguaya.El patio cubierto por una enrramada de cañas,servia de estar,cocina y taller ,pegado al rancho y formado por unas chapas el alero,le servia para tener las herramientas y los cueros que usaba para su trabajo,los mismos provenian de vacas que se mataban para el consumo,ovejas y algun caballo que moria por accidente o se sacrificaba por distintos motivos,el se encargaba de extraerlos de el animal, curtirlos y procesarlos para cada uno de los distintos usos.Alli hiba yo habeces por algun trabajo,o si no me robaba una cebadura (porcion)de yerba y me llegaba asta el lugar simplemente de visita,al llegar al porton saludaba y esperaba que me diera el permiso de pasar y entonces comensaba a disfrutar del misterio de aquel hombre ,que para entonces ya pasaba los setenta,sentado cerca del fuego y con la caldera chirriando le cebaba mate amargo mientras trabajaba,yo miraba maravillado como las manos encallecidas y que parecian tan torpes,cortaban y trensaban los tientos que iba cortando valiendose de filosos cuchillos y utilisando uno de sus pies como tercera mano.Aquellos cueros hediondos que se curtian al sol con la orina y con la sal,se transformaban en maravillosas trensas ,de cuatro,seis u ocho tientos ,redondas, chatas o cuadradas,bosales y frenos ,cabesadas todos rematados en finos ojales y hermosos botones de trensa,lasos de dies o quince metros tan redondos y parejos que eran el orgullo de quien los compraba.De poco hablar ,me observaba de reojo y cuando veia que mi curiosidad llegaba al maximo me daba una explicacion o un comentario.Mis padres que lo conocian y apreciaban ya que hera muy servicial y su experiencia como hombre de campo resultaba casi imprecindible, en un medio en que los caballos proliferaban,me permitian visitarlo cuantas veces quisiera ,sin dejar de hacer algun comentario de lo poco que rendia un kilo de yerba,el tiempo corria rapido y el dia se hacia corto y tenia que volver a casa,me despedia con un hasta mañana mijo y salude a sus padres de mi parte y se quedaba mirandome, mas de una ves ,vi en su mirada algo que me llamaba la atencion ,como si se sonriera ,o quisiera decirme algo, de mal humor, volvia a mi casa,pero al llegar mi padre preguntaba que habia echo y la conversacion me lo sacaba.Absorto en mis recuerdos demoro en darme cuenta que mi caballo se detenia ,y veo el alambrado que limita los campos y me digo hay que volver tuersolevemente la rienda y el animal comprende mi intencion y emprende el regreso,yo de mala gana como en otros tiempos, pero el dolor de espaldas y el calor en las sentaderas, me dicen que ya no soy el niño de dies años.El correr del tiempo y las distintas situaciones que se presentaron en mi vida,me obligaron a apartarme por muchos años,ya regulada mi situacion y con cierta tranquilidad vuelvo al lugar,buscando llenar el vacio que se habia formado al cortar el vinculo,con gran desazon descubro que el progreso habia llegado y ya no estaban ni el ombu ni el ranchito en cambio las calles formaban un barrio de casas,prefabricadas.Preguntando a las pocas personas que quedaban en la zona, de esa epoca,me entero de que Don Pereira habia fallecido en su pueblo,extrañado esta persona me pregunta ,¿usted lo conocia?le contesto si de hace mucho tiempo,vuelve a preguntar y ¿de quien es hijo usted?al contestar se queda pensando,luego me dice ¿no tenia un petiso moro?si le digo y es en ese momento que me dice, siempre se acoradaba de usted, decia que era uno de los pocos amigos que lo visitaba,y vuelve a preguntar¿pero cuantos años tenia?y cierro los ojos y digo, dies.Con este recuerdo mi agradecimiento y cariño a la memoria de mi primer amigo.

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